TENGO GANAS DE TÍ.

viernes, 20 de julio de 2012

Tú x Mi; Yo x Tí


Que haces falta en mi vida.

Dime si habrá algo más bonito que despertar a tu lado cada día, susurrarte que te quiero es mi particular manía, si apareces en mis sueños, me adormeces, me meces con tus dedos, me enloqueces, eres mi única alegría. Y cada mañana pienso robarte uno de tus besos, amarrado a la razón de un corazón que late en verso, regalarte amaneceres y placer en cada esquina de la cama, siempre seguira viva nuestra llama. Eres lo mejor que tengo, lo mejor que tuve, lo mejor que tendré en esta vida, un amor que sube y llega hasta las nubes y allí vuela, jugar a no perderte, a abrazarte fuerte a quererte tanto que me duela. A tu lado todo es diferente, el olor de tu perfume me enamora cuando vuelves, pasear de la mano a tu lado hasta perderme, decirte que te quiero, "te quiero" y así sera para siempre y, sé, que no puedo bajarte una estrella pero también sé que te voy a tratar como a una de ellas, ni te imaginas la cara de tonto que se me queda cuando leo tus mensajes y te imagino aqui cerca y por mucha distancia que nos separe piénsalo, el corazón no cambia de opinión y si te soy sincero la mejor manera de decirte que te quiero cada día es escribiendo esta canción.
Y eres tú, la única que me hace sentir vivo, que me enseño a querer como se quiere de verdad, capaz de despertar las ilusiones y sentidos, viajar a nuestros sueños de la mano hasta el final. Eres única, la musa de mi música princesa, saldremos adelante a pesar de los problemas, y lo que no a separado la distancia no lo va a separar nadie, bailemos bajo la luna nuestro tema...
Prefiero parar el tiempo, cambio toda una vida por un segundo a tu lado en este cuento mi niña, vivo de tus sonrisas y me pierdo en tu mirada, cada mañana me inunda tu recuerdo y quiero tenerte cerca tan cerca que no respire, en el choque de tus labios mi boca no saldrá ilesa, a pesar de la distancia quien la sigue la consigue, déjame decirte que: buenos días mi princesa.
Hoy quiero, llevarte el desayuno hasta la cama, que me comas a besos mi boca nunca se acaba, amarte hasta de madrugada, mientras escalas por mi cuerpo gastaremos el tiempo entre las sábanas. Subir hasta la luna cada noche, quererte hasta que duela contando las estrellas a tu lado, pensarte con los labios, dibujar corazones con tu nombre y llevarte a mi planeta de la mano. Júrame que me quieres, promete que me esperarás por siempre, que todo lo que sientes será eterno, que el miedo ya no vuelve, que sepas que nunca vas a perderme, que tu eres niña lo mejor que tengo y que sueño con verte en un futuro aquí a mi lado, mariposas en el vientre miradas que se cruzaron y acabaron de la mano sin separarse un segundo, si tiramos la toalla será pa ducharnos juntos...

domingo, 1 de julio de 2012

Co-razones

No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza por eso de que sus caderas...
Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da. Pero además la he visto seria, ser ella misma
y, en serio que eso no se puede escribir en un poema.
Por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas y cómo se revuelve sobre las baldosas y qué fácil parece a veces enamorarse. Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción... Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre. Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas.
No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece, luego te abrace y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.
Así que supondrás que yo soy el primero que entiende, el que pierde la cabeza por sus piernas y el sentido por sus palabras y los huevos por un mínimo roce de mejilla.
Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa, las incomodidades de orgullo que pueda provocarte son algo con lo que ya cuento.
Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada, que hace tiempo que escribo los míos.
Que yo también la veo.
Que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.
Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.
Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido, y en formato secreto.
Que me sé sus cicatrices y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra.
Que yo también he memorizado su numero de teléfono, pero también el número de sus escalones y el número de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.
Que no solo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones a decirla que no a nada porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).
Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella, rendida a ese puto milagro que supone que exista.
Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos,
y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino, y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.
Que lo de "mira sí, un polvo es un polvo", y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas y solo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.
Que te entiendo.
Que yo escribo sobre lo mismo, sobre la misma.

Que razones tenemos todos, pero yo
muchas más que vosotros.