TENGO GANAS DE TÍ.

sábado, 17 de marzo de 2012

Perdona por amarte a mi manera y no de la forma en la que tú querias.

Van pasando los días y vas viendo que no son lo que eran antes, que las cosas han cambiado. Vas viendo que las miradas ya no tienen significado, que las sonrisas eran mas bonitas cuando nos mirabamos los dos a la vez, que los "te quieros" para ti, ya no sirven para nada, y que las ganas de verte día a día tampoco. Pero, a pesar de eso, por encima de todo eso, ves que hay algo que no cambia. Eso son mis sentimientos. Pero creo, que a estas alturas ya eso no sirve para nada, aunque siempre me quedé con las ganas de algo más, porque dicen que cuanto más tienes, más quieres. Pues yo siempre quise mirarte y salir corriendo para poder abrazarte, estar allí sola y que te acercaras junto a mi. Mirarte a los ojos y mientras decirte que tienes la sonrisa más bonita que nunca habia visto. También me quedé con las ganas de tener una mínima foto nuestra, en la que solo salieramos los dos. Quise, que tú tuvieras las ganas de que yo de que llegara un lunes solo para verte, pero esa sensación nunca llegué a vivirla. Pero, de lo que realmente me quedé con las ganas, más que una foto juntos, un abrazo tuyo o cualquier cosa, fue poder gritar sin que me importara la gente que tuviera alrededor, que te quería, y que sino lo entendías así no podría decirtelo de otra forma. Y así, de esta forma, poder pasar día a día junto a mi hasta que tuviera un final. Y sí, aún sigo con estos sentimientos, aún te veo y aunque solo sea verte, soy feliz, aunque ya no tenga esa sonrisa tuya. Pero, a fin de cuentas, lo que más veo, es que no veo la hora en la que no me importes, la hora, en la que no me duelas. Y una vez más no servirá, pero por si acaso te lo repito:
TE QUIERO.

Todos los días de mi vida.

De nuevo estamos aquí, cargados de rabia, y lo más sencillo es cerrarnos la puerta en las narices. La filosofía dice que lo más sencillo, aveces, es lo mejor. Supongo que está en lo cierto. Supongo. O quizás lo más sencillo sea desnudarnos y por la mañana todo arreglado. Sin decir una palabra. Para que hablar, si no hay nada que decir. Y aquí me ves, lanzando una moneda al aire sin saber del todo si quiero que salga cara. Cara, todo sale bien. Es lo que quiero, supongo. Saber que esa noche en vez de ser yo, serán muchas. Escuchar las mismas excusas veinte veces, ver como agachas la cabeza y yo, a cambio, besarte. Puedes mentirme siempre, pero no engañarme. Y te quiero, pero no me sirve de nada. Abrazarte ya tampoco me sirve. La moneda ha caído. Cruz. Digo yo, que es lo mejor. Me echarás de menos, y te aseguro que yo también. Llegará a tus oídos que ahora no hay día que llegue a mi casa sin las medias rotas a mordiscos por Dios sabe quien y con el pintalabios por toda la cara. Y estaré así una buena temporada. Quererte ya no te quiero. Necesitarte, te necesito. Pero te he reemplazado por una botella de vodka, y mira tú por donde, me hace mucho más feliz.